TODO TIENE UN SENTIDO



"Todo cada vez tiene mayor sentido"

Cuando veo lo que me está sucediendo ahora, también me imagino desde el día de mi nacimiento y como Dios se ha valido de todo y todos los que me rodean y me rodearon en mi vida, desde mis padres, hermanos, amigos de verdad, amigas de corazón, personas que sólo alguna vez vi en mi vida, que pasaron casi desapercibido, seres que por momentos uno ha deseado nunca haberlos conocidos, pero que ahora agradezco infinitamente a Dios Padre por haberme puesto en mi vida a cada una de esas personas, en alguna etapa de mi vida, son tantos momentos que uno ha pasado y vivimos en la vida y seguimos experimentando tantas vivencias, cada uno llamado etapas de la vida y sí, son etapas, momentos que nos alegran la vida, nos hacen crecer, nos hacer sentir realizado, decimos que somos las persona más feliz del mundo y todo cuanto nuestro corazón puede decir sobre que es la alegría y la felicidad, pero también etapas teñida de lagrimas, de tristezas, de fracasos, de arrepentimientos, de ira, de perder a nuestro ser querido, de conformismo, de soledad, de ser incomprendido, ser rechazado, traicionado,  o hasta humillado, y que ya nada tiene sentido, hoy te escribo estas líneas, porque nada más lejos de la realidad que cada etapa es como su misma definición lo dice; un periodo, que no es toda nuestra vida, es parte de ella, son momentos como diría San Agustín: "La felicidad y el sufrimiento ambos son buenos para la evolución del hombre" y como el mayor el ejemplo de Jesucristo en el Getsemaní, en su lado más humano, mas de nosotros mismos, donde ese momento es una etapa;  De un transformarse, y más claro como dice San Pablo: “No soy yo quien vive en mí, sino que es Cristo quien vive en mí” (Gal 2, 19).

Cómo cambió mi vida, saber que mi centro es Dios y entorno a Él gira toda mi vida, Mi primera etapa de transformarme fue mi formación en el Seminario, la parte más importante de mí gira en torno a mi ser espiritual, que me ha dado la base más sólida en los momentos más duros de mi vida, es la columna más fuerte que tengo, porqué después de un terremoto es la que siempre ha quedado casi intacta como para nuevamente darme la orientación para volver a empezar todo nuevo. La segunda etapa es de un entregarse, recuerdo siempre sus palabras “Confía en Dios, dejarlo todo en manos de Dios”, “Encomienda a Dios tus afanes, y Él te sustentará” (Salmo 54,23), cuanto nos afana, nos agobia, nos desespera muchas cosas y siempre llegamos a lo mismo sentirnos sólo, y lo más triste un vacío sin respuestas,    “No temas, porque contigo estoy Yo para librarte" (Jer, 1,8),  Cuantas veces no he sentido miedo y no puede negarlo siempre tenemos miedo al mañana, si estoy así ahora como he de acabar luego, que temor más grande pensar que hay cosas que uno dice son imposibles de superarlos.

“Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla, y al que llama a la puerta se le abrirá" (Mt. 7; Lc. 11), me encanta estas palabras pide pide pide, y claro es lo mejor que sabemos hacer; pedir, pero cuando este petitorio no tiene sentido se convierte como gritar ¡auxilio! A nuestro espejismo y creemos que lo que miramos puede ser verdad y le damos tanto realismo que cuando vemos la verdad otra vez estamos sin sentido, y sin embargo no nos hemos dado cuenta que siempre hay un ser a lado de nosotros. La tercera etapa es un un donarse, cuántas veces he sido generoso conmigo mismo con los demás a Dios gracias que siempre he visto a mi lado a mi familia, mis amigos, mi prójimo, que mayor placer de siempre regalar con cariño aún no teniendo nada.

Y la última etapa que es lo que muchas veces dejamos de lado, el aprender, cuando fue la última vez que aprendí, ¿en la universidad, en el colegio, en la calle, leyendo un libro, en una película? Hay tantas cosas que uno quiere aprender, pero nos olvidamos que cada acción acompañada de una error puede ser la mayor lección que nos puede dar, pero nos negamos por que puede ser muy doloroso y mejor dejarlo sin lección y borrarlo, dejó de ver lo positivo por sólo mirar lo negativo, pero que sin embargo en todo se acentúa lo bueno para dejarnos una muy aprendida lección.

El segundo punto que uno en mi vida está mi formación profesional de administración, pensar que de las cinco  carreras por escoger para estudiar la quinta era ésta, y sí lo realice, siempre con la filosofía de dar lo mejor en cada año, no he sido ajeno de hacerlo con mucho gusto, pero claramente no con mucha pasión, siempre tiene uno un bicho que te inclina hacia cosas que te apasionan, pero con el pasar del tiempo, las circunstancias, el contexto, nos hacen llevar con la misma corriente, cayendo en un “ya pues, es lo único que tengo” y no niego haber sentido alguna vez seguir por ese sendero señalado, de ahí que siempre se me habría la interrogante de los talentos de uno ¿cuáles son mis talentos?, uno realiza tantas cosas, pero cuando no hay pasión de por medio, los talentos son más que virtudes que otra persona ve en uno, y uno sólo afirma que sí.
 
Hoy con mucha dicha y felicidad digo que todo los puntos se unen y tiene sentido todo, son cinco años de estudio de una carrera que para mí hoy tiene un valor incalculable, para emprender mi nueva hazaña, mi nueva aventura, el sentirme como pez en el agua y sentir la pasión en mis venas, lo digo porque es mi tercer punto el que me toca unir ahora en mi vida.
  
El tercer punto que uno en mi vida en el plano de mis talentos y lo que me encanta hacer, está en que aquel soñador, visionario y jactancioso ilusionista, ve como se realiza parte de sus sueños en detalles y acciones concretas, la primera profesión y que siempre soñé fue la sociología y como una amiga aprendería desde su vida, hay que ser un médico de lo que nos gusta y apasiona hacer, hoy veo con dicha el gusto de verme médico y administrador en el mundo de la sociología la sociedad, de saber que aquellas virtudes que alguna vez los amigos decían tener, hoy ya no sólo son virtudes, sino ahora son los talentos que Dios puso en mí. Y otra vez TODO VA COBRANDO SENTIDO cuando de por medio esta la pasión de hacer lo que más nos encanta. Inicio entonces mi nueva carrera en sociología y de seguro seguiré uniendo puntos, pero siempre con una sonrisa y siendo FELIZ, con las etapas de Cristo unida a mi vida, Transformándose, entregándose, donándose y aprendiendo.
             
             

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